Como adelanté en la entrada 37 tengo interés en picar y enterrar en arena los restos de calabacín y de melón. Por un lado para no tener que sacarlo a la calle (gasto de personal y de tratamiento en planta) y por otro lado para conservar la materia orgánica en el suelo y por tanto mejorar sus propiedades físicas y químicas.
Me pongo en contacto con el dueño de la maquinaria y me dice que cuanto más verde esté el cultivo mejor se pica y mejor se entierra. En el caso del calabacín, en el momento que decido no cortarlo más, con una hoz corto la cabeza de la mata y la guita a la vez. Con esta operación consigo que no engorden más calabacines sin sacar de raíz la mata y así se mantiene verde. La guita que queda enganchada al alambre la suelto y me puede servir el año que viene para las berenjenas.
El melón lo dejo como esta ya que han quedado muy pocos melones atrás y se pueden picar. Las matas se quedan muy dañadas por la ceniza que las ha dejado casi secas. Esto no es bueno para la picadora pero es lo hay.
Ya solo queda retirar las gomas de riego y puede entrar el tractor a hacer su faena. Primero pasan las cuchillas picando y después el rotavator enterrando.
En general estoy contento con el resultado. Por supuesto quedan restos en la arena especialmente de melón ya que por estar las matas secas no se pican bien y se lían con el rotavator ya que no “cuscurrean” y no se parten.
Finalmente con un trozo de tubo de uralita de media presión, tableo la finca entera para no tener caballones.
Es todo, salud y buenas moragas.
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