El día de noche buena, por la mañana, trasplantamos los calabacines (5000 matas de calabacino victoria de Clause). Un día antes, por la mañana, resfrié bien, desatasqué goteros, y repase malas hierbas. Por la tarde pegué una fuerte azufrada al suelo.
Como ya había comentado los quería abrigar con manta térmica una vez en la tierra, y efectivamente (como dicen los políticos) así he hecho.
La manta la tenía preparada al lado de los hoyos para que las matas estuvieran el mínimo tiempo al aire. Cada quince o veinte lineos trasplantados parábamos para tapar.
Hoy miércoles aún no he regado las plántulas puesto que llevaron un buen resfriado, solo el riego de rigor para asentar la arenilla que lo di esa misma tarde, después de comerme un plato de arroz con liebre que no lo blincaba un galgo (cocinado por Manolo el Sheriff).
Creo que el viernes daré un riego corto con algo de húmico para ir espabilando las raíces.
Es todo, salud y buenos alimentos.