Hasta este momento no era muy aconsejable entrar a pisar en el melonar ya que las pisadas en melones tiernos del tamaño de un dátil pueden ser muy perjudiciales por razones obvias. He entrado solo para sulfatar y para despuntar con el alambre. Solo tengo trillado el lineo del tensiómetro y el de las ventanas.
En todo este tiempo las malas hierbas han crecido una barbaridad y se hace muy necesario arrancarlas antes de que dejen su semilla y el problema se multiplique el año que viene. Además están compitiendo por el agua y el abono con los propios melones.
Doy una pasada escardando manualmente las matas más grandes dejándolas en el sitio para sacarlas junto con las matas de melón cuando termine la cosecha.
Es todo, salud y buenos alimentos.
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