Harto y cansado de arrancar "malas hierbas" en el cerco del invernadero, este verano he colocado, por fin, una barrera de plástico negro de 200 galgas, metro y medio de ancho y sin microperforaciones. Las pocillas que se me hagan ya las macroperforaré yo mismo.
Por muy limpia que este la calle de hierba siempre acaba entrando alguna, y estando tan cerca de la corriente de aire reparte semillas por todo el invernadero alegremente.
Esta operación se hizo unos días antes de sembrar las berenjenas.
Espero que dure unos cuantos años.
Es todo, salud y buenos alimentos.
3 comentarios:
un trabajo curios, para mi, estos detalles dicen mucho del agricultor.
Muy bueno yo lo llevo haciendo desde hace años, en invierno corta mucho el frio.
No había caído en el abrigo que suponía para el invierno. Gracias por la observación.
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